
Queda lejos en mi memoria un verano tan caluroso como el que estamos viviendo en Zaragoza. Son muchos y largos los días sofocantes y escasas las rachas de nuestro cierzo, por lo que de noche tampoco refresca. De modo que, dejando aparte las salidas al trabajo y el recorrido en mis cada vez más apreciadas bicicletas, son muchas las horas que paso sin salir de casa.

Como no hay mal que por bien no venga, han sido días para disfrutar de la paz hogareña, con buena música y una cervecita en la mano, una oportunidad para dedicarme un poco de tiempo, para resituarme, para preparar una nueva etapa en mi camino.
Y nos quedó tiempo también para revisar anotaciones y documentos para preparar el itinerario de mis ya próximas vacaciones. ¡Qué fácil resulta con internet hacer un recorrido virtual! Todo tan abundante, tan cercano, tan a mano que, a veces, me asusta disponer de tanta información.

Y algunas horas he dedicado a organizar un poco los archivos de fotografías. El número de imágenes aumenta de forma constante y empezaba a necesitar un sistema de organización ágil que me permitiera encontrar fácilmente lo que busco. Y creo que lo encontré, así que en eso ando, y de paso juego un poco con alguna imagen.