Valença

Se trata de una ciudad portuguesa conocida como Valença do Minho, la primera que encontramos nada más atravesar el puente sobre el río Miño.  

Cuenta con una fortaleza muy bien conservada que alberga en su interior un pueblecito de calles estrechas y empedradas, con su iglesia y casas señoriales.

No obstante, el principal atractivo turístico de la fortaleza son la gran cantidad de tiendas que hay, donde se pueden comprar sábanas, toallas, edredones, alfombras, etc. de lo más variopinto.

Os aconsejo dejar el coche fuera de las murallas y entrar andando para recorrerla.

Tui y A Guarda

Tui es una de las ciudades más hermosas de Galicia, la historia en piedra. Un paseo por sus calles nos hace respirar historia a cada momento, plagada de construcciones medievales que forman un conjunto histórico-artístico de gran valor. El lavadero es una de las estructuras menos visitadas, por eso os lo pongo.

A Guarda es un pequeño pueblo marinero situado justo en la desembocadura de río Miño, con un puerto que parece una pequeña bañera, un pequeño espacio de agua acorralada por dos paseos marítimos.

En mitad del puerto, el homenaje al hombre marinero.

Cuenta con varias edificaciones históricas, pero quizá prefieras perderte en el caos de calles enrevesadas sin acera.

Entre sus restos arqueológicos destaca el Castro de Santa Tegra, poblado amurallado en el que aún son visibles restos del trazado vial, de viviendas, canales y aljibes de agua, hornos, etc.

El Miño en su desembocadura, al otro lado Portugal.

Baiona, la de Pontevedra

Baiona es una villa situada al sur de Vigo, a no mucha distancia, un pequeño paseo en coche. Tiene un cuidado entorno marítimo y en todos los lugares por donde el mar se acerca a la villa hay un espacio de esparcimiento y sosiego. La conexión de todos estos lugares que miran al mar forma un prolongado paseo de más de 5 km en línea.

En el camino encontramos una copia exacta de la carabela Pinta, convertida en museo y visitable en su interior. Se construyó con motivo del V centenario del descubrimiento de América, ya que Baiona fue el primer puerto que tuvo conocimiento de la hazaña al arribar Martín Alonso Pinzón capitaneando la carabela. Contemplándola, podemos atisbar las dificultades que debieron pasar aquéllos hombres durante su larga travesía.

Y el Castillo de Monterreal, convertido en Parador Nacional, muy bien cuidado y con unas vistas magníficas. Merece la pena un recorrido por la muralla.

La villa al atardecer desde el Parador Nacional, donde tomamos una cerveza fresca para continuar camino. ¡Son tan largas las tardes en Galicia!

En el paseo de Pinzón, las gaviotas tomaban el sol del atardecer, plácidamente.

Vigo, las islas Cíes

Se trata de tres islas (Norte o Monteagudo, del Medio o do Farol y Sur o San Martiño) que se encuentran en el corazón de la ría de Vigo, y forman parte, desde el año 2002, del parque natural de las islas atlánticas. Apodadas por Ptolomeo como las islas de los dioses, por Plinio como las Siccas y por Herodoto como las míticas Casitérides, donde fenicios y cartagineses se proveían de estaño.

Las islas cuentan con varios ecosistemas: acantilados, playas, dunas, matorrales y fondos marinos. Y con diversas rutas de senderismo, siendo las más utilizadas la de la campana, el Alto del Príncipe y la intermareal.

No, este no es el catamarán que nos ha de llevar a las islas, pero fuimos a sacar el billete con antelación porque solo había viaje a las islas el sábado y no queríamos perder la visita. De modo que aprovechamos para recorrer el puerto.

Esta escultura generó bastante polémica entre nosotros sobre el significado de la misma. Hubo opiniones para todo, incluso lo no imaginable. La realidad es que representa a una nadadora. Al fondo el mercado da Pedra.

El día de la excursión pintaba bastante feo; el único día nublado de los pasados en Galicia. Ya teníamos los billetes, de modo que seguimos con la excursión.

Aconsejan ir provisto de ropa de abrigo para el viaje en barco, sombrero y un buen fotoprotector para evitar las quemaduras solares. Es conveniente hacer caso de la recomendación.

Solo por contemplar esta maravilla mereció la pena. Se trata de la playa de Rodas, de finísima arena blanca está considerada como la mejor de Europa.

Las gaviotas patiamarillas constituyen la colonia más grande del mundo y es la especie dominante en las Cíes.

En las dunas, playas y acantilados crecen algunas especies en unas condiciones físicas y climatológicas muy extremas.

La ruta al alto do Príncipe es una de las más bonitas. Culmina en un excelente mirador desde el que se puede admirar la grandiosidad de las islas y sus acantilados.

Vigo, O casco vello

Es la zona antigua de Vigo, la que quedaba dentro de la muralla y en el entorno próximo. Tiene sus orígenes en el siglo XVI, pero las invasiones, los saqueos, los incendios y las epidemias han hecho que fuese derribado y construido muchas veces, modificando el aspecto de sus calles. Salpicadas de placillas y soportales, sus callejuelas han pasado de ser lugares de tertulia de marineros a punto de reunión de la juventud. Algunas conservan todo el sabor de lo antiguo y merece la pena pasear por ellas. Ha sido declarado monumento de interés cultural como conjunto histórico.

Iniciamos nuestro recorrido en la plaza de la Constitución, porticada y plagada de terrazas y cafés, pero muy familiar, llena de niños y papás vigilantes; cuando estás en ella es como encontrarse en la sala de estar de Vigo.

Cuanto afán por alcanzar la burbuja; se la tragó el pobrecito y no veáis como quedó.

A rua dos cesteiros, conocida también como la calle de los tres nombres (amargura, Rubin y dos cestos) desciende hacia el mar comunicando las plazas de la constitución y de la Almeida. La calle es testimonio vivo de la importancia que adquirió el arte de la cestería en la ciudad.

El mercado vigués más significativo es el mercado da pedra, donde se pueden adquirir artículos de imitación de marca a precios asequibles. Lo encontramos bajando desde esta plaza. Y También la afamada calle de las ostras, donde merece la pena detenerse a degustar.  

Además, no dejéis de pasear la rua real, el berbes, la zona Chaos, el Carral, pobladores... Algunas zonas están bastante deterioradas, pero merece la pena si se quiere conocer la historia de la ciudad.