domingo, 29 de mayo de 2016

Leyenda de los amantes de Teruel


La tradición cuenta que Juan Martínez de Marcilla e Isabel de Segura, descendientes de familias principales de Teruel, se enamoraron, pero el padre de ella rechazó al pretendiente de su hija alegando su escasa fortuna al no ser el primogénito. Martínez de Marcilla pidió entonces un plazo de cinco años para poder mejorar su situación económica y partió a la guerra. Pasaron los cinco años sin noticias del joven en Teruel y pensando que habría muerto en batalla, Isabel de Segura aceptó casarse con otro hombre. El mismo día de la boda, Juan (el nombre de Diego se lo debe la tradición a Tirso de Molina) regresó cargado de riquezas, pero demasiado tarde. Desesperado, rogó a Isabel que al menos se despidiera de él con un beso, pero ella se lo negó por estar ya casada y el joven cayó muerto a sus pies.
En su funeral en la iglesia de San Pedro, Isabel se acercó hasta el cadáver de su amado y lo besó, cayendo desplomada junto a él.
La gente de Teruel interpretó la muerte de los dos jóvenes como una muestra de amor verdadero y ambos fueron enterrados en la capilla de San Cosme y San Damián, en la misma iglesia de San Pedro de Teruel.

Desde hace 20 años, cada mes de febrero la ciudad de Teruel recrea la famosa leyenda en una fiesta que ha sido declarada de interés turístico nacional.