lunes, 31 de agosto de 2009

Según el color del cristal...

Dos vistas del mismo cielo, una tomada a media tarde, la otra al anochecer. La primera muestra, en parte, los efectos del retoque digital. La segunda, aunque no lo parezca, lucía así de curiosa sin necesidad de retoque, salvo la únión de tres disparos realizados utilizando como trípode el pulso...


Las imágenes me han traido a la memoria un poema de Ramón de Campoamor, diputado en el siglo XIX además de poeta. ¡Eran otros tiempos!

Humoradas

Busqué la ciencia, y me enseño el vacío.
Logré el amor, y conquisté el hastío.
¡Quién de su pecho desterrar pudiera,
la duda, nuestra eterna compañera!.
¿Qué es preciso tener en la existencia?
Fuerza en el alma y paz en la conciencia.
No tengáis duda alguna:
felicidad suprema no hay ninguna.
Aunque tú por modestia no lo creas,
las flores en tu sien parecen feas.
Te pintaré en un cantar
la rueda de la existencia:
Pecar, hacer penitencia
y, luego, vuelta a empezar.
En este mundo traidor,
nada es verdad, ni mentira,
Todo es según el color
del cristal con que se mira.

Ramón de Campoamor

viernes, 28 de agosto de 2009

Operación pandemia

Un vídeo de lo más interesante el publicado por intermon en su página. Hoy quiero colaborar a la difusión del mismo, porque en mi modesta opinión, contiene verdades como puños que se pueden decir más alto, pero no más claro.



Y mientras nos ocupamos de la gripe A, poco se habla de la crisis económica, del aumento del desempleo, de la enorme cantidad de familias que están viéndo reducir sus ingresos a la minima expresión y que en breve no tendrán que comer si no se aportan soluciones reales,...
Y morirán más personas afectadas de miedo y angustia que por el virus de la gripe porcina.

domingo, 23 de agosto de 2009

Disfrutando del calor

Queda lejos en mi memoria un verano tan caluroso como el que estamos viviendo en Zaragoza. Son muchos y largos los días sofocantes y escasas las rachas de nuestro cierzo, por lo que de noche tampoco refresca. De modo que, dejando aparte las salidas al trabajo y el recorrido en mis cada vez más apreciadas bicicletas, son muchas las horas que paso sin salir de casa.


Como no hay mal que por bien no venga, han sido días para disfrutar de la paz hogareña, con buena música y una cervecita en la mano, una oportunidad para dedicarme un poco de tiempo, para resituarme, para preparar una nueva etapa en mi camino.

Y nos quedó tiempo también para revisar anotaciones y documentos para preparar el itinerario de mis ya próximas vacaciones. ¡Qué fácil resulta con internet hacer un recorrido virtual! Todo tan abundante, tan cercano, tan a mano que, a veces, me asusta disponer de tanta información.


Y algunas horas he dedicado a organizar un poco los archivos de fotografías. El número de imágenes aumenta de forma constante y empezaba a necesitar un sistema de organización ágil que me permitiera encontrar fácilmente lo que busco. Y creo que lo encontré, así que en eso ando, y de paso juego un poco con alguna imagen.

miércoles, 19 de agosto de 2009

Desde el tren

Durante las últimas semanas Zaragoza se ha convertido en un horno permanentemente encendido. Hasta podríamos hacer pizas en la calle. Y con tanto calor, la idea de salir a pasear me produce sudores sólo de pensarlo. De modo que estoy tirando de almacén para subir al blog alguna imagen, al tiempo que voy practicando alguna nueva técnica de procesado.


Siguiendo con la idea de la semana pasada, hoy pongo unas imágenes que también corresponden a un viaje, pero esta vez fueron tomadas desde un tren en marcha, mientras viajaba desde Edimburgo a St Andrews.

Amanecía un día brumoso, nublado... y las vistas de la bahía eran impresionantes, lastima que desde un tren en marcha no tienes tiempo de disparar todo lo que quisieras.

miércoles, 12 de agosto de 2009

Desde la carretera

Cuando viajo, sea por carretera o en tren, siempre procuro llevar la cámara conmigo, cerca de la mano, aunque sólo sea la pequeñita de bolsillo, ¡ocupa tan poco!. Las pocas veces que no lo hago tengo la sensación de perderme un montón de bellas imágenes, aunque sé que no es así porque siempre quedan prendidas en mi retina. Lo que sí ocurre es que no puedo mostrarlas aquí.

Y en cuántos viajes la lluvia hace acto de presencia de forma intermitente entorpeciendo nuestro devenir por las carreteras. En esos días me gusta parar un rato al borde del camino, con las primeras gotas o con las últimas, cuando el sol baila entretenido por las nubes.

En esas ocasiones el cielo es espectacular, y el olor del aire, ay, que olor tan especial el de la tierra mojada.

jueves, 6 de agosto de 2009

León


Regresando de Oviedo hicimos un pequeño alto en el camino para visitar la hermosísima catedral y, especialmente, para ver sus vidrieras. Entre misa y misa nos dejaron visitarla durante 5 minutos escasos, y no estaba permitido hacer fotografías (jo, me echaron una bronca como en ningún sitio y eso que disparé una a pulso y sin flash. No quiero pensar si llego a desplegar el trípode y todo eso). Algo desorientados decidimos recorrer un poco (mediodía y hacía bastante calor) las calles del casco y tomarnos una cañita.

En nuestro recorrido llegamos a la plaza de Santo Domingo, que es el epicentro de la ciudad, y también punto de separación entre el casco antiguo y la parte moderna. La plaza no es nada especial, pero en uno de los lados hay esta enorme escultura desnuda que reposa sobre el asfalto: El gigantón la llaman.

Y seguimos nuestro camino en la dirección que la figura nos señalaba.