jueves, 23 de agosto de 2007

Palacio Aljaferia


Fue construido en el siglo XI, durante el periodo de taifas, como residencia de recreo de los reyes de Saracosta y en sus orígenes estaba rodeado de jardines, huertas y acequias, asemejando el paraíso musulmán. Fue declarado monumento Nacional en 1931, y Patrimonio de la Humanidad en 1949.

Arabe en su nacimiento, reconvertido al cristianismo por los aragoneses, residencia de los Reyes Católicos, cuartel militar y, finalmente, sede de las Cortes de Aragón, es una joya artística de primer orden a nivel español. Está rodeado de un bello jardín que es poco conocido.

La ópera Il Trovatore, de Giuseppe Verdi narra una historia que tuvo lugar en este palacio. La leyenda es una trama completamente inventada que dramatizó el escritor Antonio García Gutierrez y cuyo texto sirvió como base para el libreto desarrollado por Salvatore Cammarano y Leone Emanuele Bardare. La historia cuenta la vida del doncel Manrique de Lara, que durante su adolescencia se había cultivado en el canto y la poesía, convirtiéndose en un trovador. Su vida fue de lo más azarosa, ya que por casualidades de la vida fue criado por una gitana, aunque en la realidad era hijo de un noble zaragozano. Cuando llegó a la juventud se enamoró perdidamente de una joven de la corte de la Aljafería llamada Leonor, de la que también estaba enamorado Antonio de Artal, hermano de Manrique, si bien ambos eran desconocedores de tal circunstancia porque fueron separados en su más tierna infancia. Leonor favorecía los amores con Manrique, por lo que Antonio de Artal hizo que ésta fuese encerrada en un convento. Sin embargo el Trovador la raptó y huyó con ella, viviendo juntos y felices durante un tiempo, hasta que los encontraron y fueron castigados. El doncel Manrique de Lara fue encerrado en el torreón de la Aljafería al que ha dado nombre (torreón del trovador) y Leonor se suicidó ante tal desgracia.


Este no es el torreón del Trovador, sino que que en la foto anterior está coronado por las banderas.



8 comentarios:

Anónimo dijo...

Tantas veces pasando delante de este edificio y siempre pensé que se trataba de un cuartel. Ni idea de que fuese patrimonio de la humanidad.

Susurradora es... dijo...

Recuerdo cuando nos llevaste a ver la Alfajeria de pequeñas y una de nosotras se desmayó del calor. Menudo susto!!!

Veo que has escuchado algo de Mercury Rev. Me alegro,es un gruo que se debe dar a conocer porque se ha olvidado demasiado con el paso de los años y además están un pelin infravalorados.
En Susurrando he colgado una de sus canciones, una que creo que te gustará bastante porque tiene algún golpe clásico muy chulo.
Un saludo!!!!

Kt. dijo...

Interesante historia, no la conocía... No me gustan los finales tristes, bueno, tal vez Leonor pudo afrontar mejor la muerte que no tener a su amor....


Besos despistado, me gusta leerte.

Despistado dijo...

Epi, este palacio y la catedral de La Seo son dos joyas de Zaragoza que no debieras dejar de visitar. Merecen la pena.

Susurradora, he vuelto a escuchar a Mercury... porque tú me lo recordaste hace unos días en susurrando... y me gustó. Pasaré a escuchar lo que has colgado ahora. Gracias.

Kt, casi todas las historias de las óperas de Verdi narran historias de amor con un final trágico. Pero su música es extraordinaria, aún sin conocer el libreto.

Anónimo dijo...

Asombrada me quedo con lo del patrimonio de la humanidad... Al final me va a acabar gustando Zaragoza y todo...
Un besico

Anónimo dijo...

Para quien disfrute con las historias de princesas moras y caballeros recomiendo leer "Cuentos de la Alhambra" de W. Irving, una joya de la literatura. Para los viajeros recomiendo visitar la Alcazaba de Málaga, que nada tiene que envidiar al resto de ciudades andaluzas.

Despistado dijo...

Sue, estaré encantado de hacer de cicerone cuando nos hagas una visita.

Vagamundos, hace ya bastantes años que leí alguno de los cuentos de la Alhambra y también me encantaron. De la Alcazaba malagueña no me acuerdo mucho, así que tendré que volver a visitar esa ciudad andaluza para refrescar mi memoria.

Anónimo dijo...

Muchas gracias por permitirme compartir contigo algunos de tus paseos. Tener amigos com tu es todo un privilegio