Esta escultura está dentro de un estanque, elevada sobre un pedestal enorme de hormigón que tiene forma de peineta. La bañista, policromada con vivos colores, permanece sentada mirando al espectador; es obra de Carlos Ochoa Fernández (1992) y está situada en el Jardín de la memoria, en el barrio zaragozano de San José.
En otro estanque de menor tamaño que el anterior unas pequeñas ranas hacen de caños para una pequeña fuente. Entre los dos estanques riegan una pequeña huerta trabajada por los vecinos del barrio (al fondo, tras las ranas, se adivinan los cultivos), que fueron los auténticos promotores del pulmón en esta parte de la ciudad.
3 comentarios:
Ana maria, yo soy el gran beneficiado con esta página; disfruto paseando como hace tiempo no lo hacía, hago guiños con mi cámara y vuelvo a pasarlo bien cuando ojeo las fotografías y la historia de estos pequeños rincones de Zaragoza.
Besos
vivo justito al lado, creo que ya lo sabes jaja! todavía recuerdo cuando era peque y veía la nadadora sobre su gran pedestal, me quedaba embobada mirandola...pensaba que era una persona de verdad!!!!
Jajaja, se conserva muy bien y sin duda es la reina del parque; seguro que sigue embobando a los peques.
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