En el parque Güell de Barcelona pudo desarrollar Gaudí toda su creatividad con absoluta libertad. Inicialmente fue concebido como urbanización de lujo en las afueras de Barcelona, pero el proyecto, pensado para construir 60 viviendas, fue un auténtico fracaso y sólo se vendieron 2 parcelas. Afortunadamente para nosotros, porque pasado el tiempo, se convirtió en un parque público para la ciudad.
En el centro de una doble escalinata, un enorme lagarto o dragón da la bienvenida a los visitantes. Sobre ella un enorme espacio cubierto, sostenido por 86 columnas, previsto para puestos de mercado, donde pueden observarse unos hermosos rosetones multicolores en el techo.
La UNESCO nombró al Parque Güell, en 1984, monumento artístico de protección internacional.
Sostenida por las columnas una gran plaza, llamada del teatro griego, rodeada por un largo y serpenteante banco decorado, como es constante en el artista, con fragmentos de cerámica. No conozco mucho Barcelona, pero para mí esta terraza es el balcón más hermoso de la ciudad, y las vistas que ofrece son impresionantes. Y a pesar del cielo tan cubierto, no nos mojamos.