Es un pueblo de la provincia de Barcelona que dista unos 100 km de la capital, el último de la carretera que une los municipios de Vic (comarca de Osona) y Olot (comarca de la Garrocha, Girona).
Las casas están construidas con gran armonía entre la montaña y el rio y, como es natural, son calles estrechas y enpinadas. El término se extiende por el altiplano de Collsacabra, las sierras de Tavertet y los riscos de Aiats y Falgars.
El desarrollo del fenómeno turístico ha sustituido la economía tradicional, basada en la agricultura de secano y la ganadería, por la restauración. Numerosos establecimientos que ofrecen al turista de fin se semana todos los servicios necesarios.
Uno de los numerosos picaportes que se pueden apreciar en unas puertas deterioradas por el sol.