
Se trata de un pequeño municipio catalán situado en la comarca de Osona, Barcelona, encima de un peñasco y junto a un precipicio con vista a los pantanos de Sau y Susqueda y, a lo lejos, las montañas del Montseny y bosques mediterráneos.

Las casas son casi todas de piedra, construidas con el tradicional estilo rural del centro de Catalunya. Cuenta con unos 150 habitantes.

Pero lo realmente digno de ver, son los paisajes que se disfrutan desde sus miradores.