Ingmar Bergman no quiso marchar sólo y se llevó consigo a otro de los grandes, Michelangelo Antonioni. Ambos consiguieron traducir a imágenes la angustia, la crisis existencial, las crisis de pareja, la soledad, el amor imposible, la incomunicación... Recordamos El grito,
el eclipse, Blow-up, el desierto rojo...
1 comentario:
rectifico pues, andamos justos de genio y encima se nos marchan de dos en dos...
sí, otros vendrán pero nunca será lo mismo, tienes razón...
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