A unos 60 km de Zaragoza, saliendo por la carretera a Teruel (Valencia) podemos visitar uos de los miradores más hermosos de la provincia. Merece la pena hacer el camino por la antigua carretera, dejando para la vuelta la nueva autovía mudejar. Pasado Cariñena, encontramos el pueblo de Paniza, que dejaremos atrás para encarar el puerto de Paniza.
Enseguida la carretera comienza a ganar altura.
Aproximadamente 1 km antes de llegar arriba, merece la pena hacer una parada en el paraje conocido como el balcón. Podremos estirar las piernas y contemplar a nuestros pies el pueblo de Encinacorba y el paisaje de los alrededores.
Coronado el puerto, a unos 200 metros a la izquierda tomamos el desvio que lleva a la ermita de nuestra señora del Aguila a través de una carretera encajonada entre pinos y carrascas. No existe un lugar tan cercano a Zaragoza que alcance tanta altura. Se trata de un mirador ideal para contemplar el admirable y panorámico paisaje por sus cuatro puntos cardinales.
Si tenemos ganas de caminar, varios senderos parten desde la ermita y nos llevan hasta Aladren, Vistabella o Cerveruela, junto al río Huerva.
En el centro de Aragón, situada en la depresión del Valle del Ebro se encuentra la Comarca de Los Monegros, región semidesértica con terrenos en los que alternan estratos de rocas duras y blandas. Distintos enclaves muestran formas de erosión de una gran riqueza e intensidad, entre los que destaca la ruta de Jubierre. Es una ruta prácticamente horizontal y de fácil recorrido, si se tienen unas mínimas condiciones físicas. No pude caminar todo lo que tenía planeado, pero repetiré cuando el día alargue un poco más. Los principales puntos de interés están situados cerca del camino principal que se puede hacer en coche. Los tramos finales se hacen caminando y el recorrido oscila entre 1 y 5 km.
Antiguamente existió un pueblecito llamado Jubierre situado en la margen derecha del rio Alcanadre. Narraciones fidedignas cuentan que desapareció en el siglo XVI a consecuencia de una epidemia que diezmó su ya escaso vecindario. Los pocos moradores que quedaron tuvieron que refugiarse en Castejón de Monegros.
Cuenta la tradición oral que en el monte de Jubierre un pastor observó que una de sus vacas todas las tardes se separaba del rebaño. Intrigado un día decidió seguirla y la encontró en un matorral. En ese lugar precisamente apareció la imagen de san Miguel. El pueblo de Jubierre decidió construir un templete circular para venerar al santo. Sus cimientos todavía se conservan a 1 km de la actual ermita de San Miguel, la que aparece en las dos fotografías. En realidad las dos son una sóla (color y B N).