miércoles, 24 de febrero de 2016

Trujillo

Trujillo, situada entre las vegas de los ríos Tajo y Guadiana, es uno de los pueblos más bonitos de España; un importante conjunto de iglesias, castillos y casonas solariegas se estructuran en torno a la plaza Mayor. Cualquier callejón es perfecto para perderse y retroceder en el tiempo. Además, esta ciudad cacereña ha dejado su huella en la historia, ya que en el siglo XVI fue cuna de ilustres personajes vinculados al descubrimiento de América.
Si algo hay que destacar de la Plaza Mayor es que es preciosa y amplia. Presidida por la estatua ecuestre de Francisco Pizarro y por la iglesia de Santa María la Mayor. Un gran espacio casi diáfano rodeado de soportales identificados según la actividad comercial que allí se realizaba a finales de la Edad Media y principios del Renacimiento: el portal del pan, el portal de la carne...
 La iglesia de Santa María la Mayor es un templo románico del siglo XIII con añadidos posteriores de aspecto gótico.
La estatua de Pizarro es una de las tres obras de este personaje realizadas por el escultor Charles Cary Rumsey; las otras dos están en Lima (Perú) y en Búfalo (EEUU). Es un homenaje no sólo a Pizarro, sino a todos los ciudadanos de Trujillo que participaron en el descubrimiento de Perú.
 Si decidimos callejear para subir hasta el castillo no nos llevará más de 15 minutos y podremos disfrutar mucho del paseo. En lo más alto, sobre el cerro llamado Cabeza del Zorro, podemos disfrutar del castillo, de aspecto militar (e una alcazaba árabe), desde donde disfrutaremos de hermosas vistas de Trujillo y alrededores.

 Muy cerca del castillo, en una de sus callejuelas, encontramos uno de los lugares más mágicos de Trujillo: un aljibe árabe del siglo X abierto, de gran profundidad y aguas verdes donde los chavales suelen jugar para ver quién hace el mejor salto, aunque la limpieza del agua deja bastante que desear, al menos cuando yo lo ví.

 El palacio de San Carlos en la plaza mayor, edificio reformado en el siglo XVII tras sufrir un incendio, destaca por su balcón en esquina sobre el que se encuentra el escudo de los Vargas y Carvajal.




2 comentarios:

Anaximandro dijo...

Completísimo recorrido por Trujillo, que me trae muy buenos recuerdos. Una ciudad con historia y con arte, que nos has sabido transmitir con tu habitual maestría.
Un abrazo.

Despistado dijo...

Gracias Anaximandro, pero es fácil transmitir cuando hay tantas cosas para mostrar.
Un abrazo