Regresamos a casa, pero el viaje es largo, de modo que hacemos una parada en Santander para estirar un poco las piernas y descansar. Nada mejor que un breve recorrido por el Parque de la Magdalena, ubicado en la península del mismo nombre. Un enclave turístico importante gracias al palacio, de estilo ecléctico y a las antiguas caballerizas.
Nosotros nos detuvimos en el estanque de los pingüinos, unos animalitos muy lentos de movimientos, pero que resultan simpáticos.
Si nada lo impide, aquí comenzaremos nuestras vacaciones la próxima primavera.
Hora de partir...
Dicen que el viaje es largo,
Cambio de ropa.
3 comentarios:
Veo que has captado muy bien el lado más tierno de ese lugar.
Casualmente yo estuve por ahí hace un mes, y amenazo con publicar algunas imágenes, en su momento.
Saludos.
Siempre es triste acabar unas vacaciones, pero con unos pingüinos como imagen final sera reconfortante.
Abrazos
HOLA
REPASO GENERAL...
VAYA VIAJES QUE TE HAS PEGADO
SALUT
JOAN
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