Zaragoza, en concreto la calle Alfonso, se ha llenado de la noche a la mañana de personajes de bronce. Estos nuevos habitantes son las siete estatuas de Rodin, exposición organizada por la Fundación la Caixa dentro del programa “Arte en la calle”, que pretende sacar el arte de las salas de exposiciones. Podemos disfrutarlas hasta el 15 de marzo.
El artista francés estaría muy contento si viese su magnífica obra expuesta en la calle, ya que realizó gran parte de sus esculturas con idea de que fueran expuestas al aire libre, lejos de las grandes exposiciones de los museos.
La obra más emblemática, y también la más conocida, corresponde al Pensador, fundido en bronce, y sin duda el símbolo de la escultura de Rodín. Representa a un hombre sentado, con la cabeza ladeada hacia abajo, en actitud de pensamiento, soledad o preocupación.
Las otras seis figuras corresponden a los Burgueses de Calais y representan una hazaña heroica que se opuso a la ocupación de la ciudad. Si vais a verlas fijaos en la expresión de los rostros, el gesto de las manos. ¡Formidable hasta en los más pequeños detalles!
Augusto Rodin nació en 1840, en un barrio bajo de París. De cuna muy humilde y de niñez y juventud muy pobres, sus inclinaciones artísticas, que se manifestaron desde muy temprana edad, contaron siempre con el apoyo de su madre y tia materna, pero también con la oposición sistemática de su padre. Su lucha fue dura y despareja en extremo y se sobrepuso gracias a su voluntad y a la convicción de cuál era el camino elegido para su vida: -"Vi claramente, a los quince años, lo que me esperaba: una vida implacable de sufrimiento y paciencia".