Las esculturas en bronce de Manolo Valdés tienen personalidad suficiente para conseguir la proximidad de la gente que jamás entrará en un museo, pero que no tiene inconveniente en admirar estas obras.
Se trata de esculturas espectaculares y cercanas al mismo tiempo, son clásicas y a la vez tienen el encanto de las obras modernas. Es difícil pasar por su lado sin detenerse a admirarlas.
Esta madrugada, cuando regresaba a casa después de asistir a un reposado espectáculo musical en
la campana de los perdidos, donde Ernesto Cossio y Coco Balasch nos han deleitado con unas versiones muy personales de Brassens, Tom Waits, Sjavan, Bergia, JJ Cale, ... una enorme grúa depositaba a la regina en un largísimo camión trailer. La estancia de esta gran colección entre los zaragozanos ha llegado a su final y otros paisanos, en otras ciudades, podrán admirarlas.
Las esculturas en bronce de Manolo Valdés tienen personalidad suficiente para conseguir la proximidad de la gente que jamás entrará en un museo, pero que no tiene inconveniente en admirar estas obras.
Se trata de esculturas espectaculares y cercanas al mismo tiempo, son clásicas y a la vez tienen el encanto de las obras modernas. Es difícil pasar por su lado sin detenerse a admirarlas.
Esta madrugada, cuando regresaba a casa después de asistir a un reposado espectáculo musical en la campana de los perdidos, donde Ernesto Cossio y Coco Balasch nos han deleitado con unas versiones muy personales de Brassens, Tom Waits, Sjavan, Bergia, JJ Cale, ... una enorme grúa depositaba a la regina en un largísimo camión trailer. La estancia de esta gran colección entre los zaragozanos ha llegado a su final y otros paisanos, en otras ciudades, podrán admirarlas.
