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sábado, 3 de septiembre de 2011

Girona al amanecer

Hace una semanas tuve la oportunidad de acudir a Girona durante un fin de semana. Un taller de trabajo que me interesaba bastante, además de visitar la ciudad, aunque fuese brevemente. El horario del taller era muy apretado de modo que la única forma de recorrer la ciudad y sacar cuatro fotos fue levantarme bastante temprano, coger la cámara y pasear hasta que llegase la hora de desayunar con mis compañeros.



Una ciudad con el encanto de las grandes ciudades, pero sin multitudes. Amurallada desde tiempos de los romanos, conserva su casco antiguo en lo que ha quedado dentro de la muralla. Paseando por sus calles se puede sentir la historia a través de sus antiguas casas. 



Bañada por el río Onyar, protagonista en la ciudad,  tiene un tramo de casas pintadas en colores pastel que dan al río. Fueron construidas en el siglo XI para cubrir un tramo de muralla que fue destruido en 1807, durante el duro asedio de las tropas francesas.





A pocos encontré en mi camino: cuatro jóvenes medio borrachos que volvían de la juerga nocturna, algún anciano insomne con el carrito de la compra en la mano, aunque era domingo y todo estaba cerrado, y dos despistados como yo, haciendo fotos y mamando la belleza de esta calle de agua.



Cuando llegué de vuelta al hotel, mis compañeros bajaban a desayunar. ¡Justo a tiempo!

jueves, 11 de octubre de 2007

Girona, ciudad con encanto

¡Qué bien sientan las vacaciones!

De regreso de un pequeño viaje durante el que hemos visitado algunas zonas representativas del Languedoc-Rosellón, región del sudeste francés, rica en historia, en paisajes, en gastronomía y una delicia en esta época del año. Al menos a mí me lo ha parecido.

Una primera parada en camino nos permite estirar un poco las piernas mientras disfrutamos de la belleza de una ciudad que todavía no conocíamos: Girona, ciudad idónea para pasear, que posee el encanto de las pequeñas ciudades sin multitudes.


Las casas pintadas de vivos colores asomadas a la rivera del río Onyar, que atraviesa la ciudad y configura una de las imágenes más características de Girona.


Un paseo por las antiguas murallas carolingias y medievales que cierran el centro histórico y son un mirador privilegiado sobre la ciudad. En su interior rincones ajardinados de gran belleza.


Monasterio de Sant Pere de Galligants románico de estilo lombardo (s. XII) de los más notables de Cataluña.

Después de tomar un café en la plaza de la catedral, reiniciamos viaje hacia Colliure, nuestro primer destino en Francia.