sábado, 28 de diciembre de 2013

Con mis mejores deseos


Cuando un año finaliza sentimos inclinación por plantearnos y proponernos hermosos y saludables proyectos para el año que comienza, pero no sé si es tan frecuente reflexionar sobre el grado de cumplimiento de los objetivos planteados para el año que termina.
Y si miramos atrás vemos que muchas buenas intenciones quedaron en el camino sin llegar a materializarse y, por contra, otras tantas no planificadas se incorporaron sobre la marcha a nuestro viaje; ¡son tantos los aspectos que no podemos controlar!

Por eso este año no tengo proyectos, sólo 365 oportunidades para disfrutar.

1 comentario:

Anaximandro dijo...

Y pese a los proyectos incumplidos, necesitamos ilusiones que nos mantengan vivos.
Feliz año 2014 también para ti.
Un abrazo.