Es la primera realización en gran formato del herrero Manuel López, que comenzó su carrera a principios de los 60. La encontramos en el primer tramo del paseo de la Constitución.
La idea surge a raíz de un cuadro
pintado por Rafael Barnola y representa a una pareja muy unida,
haciendo arrumacos bajo un paraguas. La obra se plantea como un
autorretrato juvenil en recuerdo de sus largos paseos de noviazgo con
la que después fue su esposa.
2 comentarios:
He pasado cientos de veces por delante de esta escultura, que siempre me ha parecido muy acertada por el motivo y por su ubicación.
Gracias por esta serie tan interesante.
Un abrazo.
Fíjate que paso veces...no se me ha ocurrido nunca hacerle fotos...muy acertadas estas dos que nos muestras.
Publicar un comentario