El London Eye, inaugurado al público en el año 2000 es una enorme noria de 135 m de altura que cuenta con 32 cápsulas totalmente acristaladas instaladas en una rueda de bicicleta de gran tamaño. Tarda media hora en girar una vuelta completa y no suele detenerse para que sus visitantes suban y bajen de la cápsula porque la velocidad es muy pequeña y no lo hace necesario.
Situado en el South Bank, ha cambiado totalmente su fisonomía. Aunque inicialmente fue muy criticado por considerar que la rueda desentona con sus clásicos alrededores (abadía Westminster, Westminster hall) la verdad es que el invento ha funcionado, es uno de los elementos más visitados en London, y es visible desde numerosos puntos de la ciudad. En mi humilde opinión merece la pena pagar lo que cuesta subir en ella para disfrutar de unas magnificas vistas.
Juzguen ustedes mismos
1 comentario:
No dudo en que merece la pena subirse en la rueda pero, esta chica cobarde no creo que le guste estar más de cinco minutos con los pies fuera de tierra firme jeje.
Besos Despistado.
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