miércoles, 30 de mayo de 2007

Gaudí, el genio (5)



En el parque Güell de Barcelona pudo desarrollar Gaudí toda su creatividad con absoluta libertad. Inicialmente fue concebido como urbanización de lujo en las afueras de Barcelona, pero el proyecto, pensado para construir 60 viviendas, fue un auténtico fracaso y sólo se vendieron 2 parcelas. Afortunadamente para nosotros, porque pasado el tiempo, se convirtió en un parque público para la ciudad.

En el centro de una doble escalinata, un enorme lagarto o dragón da la bienvenida a los visitantes. Sobre ella un enorme espacio cubierto, sostenido por 86 columnas, previsto para puestos de mercado, donde pueden observarse unos hermosos rosetones multicolores en el techo.

La UNESCO nombró al Parque Güell, en 1984, monumento artístico de protección internacional.

Sostenida por las columnas una gran plaza, llamada del teatro griego, rodeada por un largo y serpenteante banco decorado, como es constante en el artista, con fragmentos de cerámica. No conozco mucho Barcelona, pero para mí esta terraza es el balcón más hermoso de la ciudad, y las vistas que ofrece son impresionantes. Y a pesar del cielo tan cubierto, no nos mojamos.



3 comentarios:

Anónimo dijo...

Al ver las fotos de la Pedrera, preciosas por cierto, no escapa a mi recuerdo la imagen en tonos crema que la Capadocia deja en la retina del viajero...
Bien sabido es que los vagamundos no somos nada duchos con las nuevas tecnologías, es por ello que no podré adjuntar una foto de esos melancolícos paisajes. Pero sin duda, Gaudí hubo de soñar con esos mágicos parajes a la hora de inspirarse en el diseño de su obra.
Vagamundos

Despistado dijo...

Gracias vagamundos por pasar por aquí, quedarte y dejarnos tu comentario.
No he visitado la Capadocia pero he visto alguna fotografía de las hadas y coincido contigo en que Gaudí bien pudo inspirarse en esos paisajes. Y algunas esculturas de Miró, también parecen beber de la misma fuente. Si fue durante un sueño no lo sé, pero todo es posible cuando soñamos ...

Saludos

Ohdiosa dijo...

mmmm qué maravilla, una vez más has conseguido transportarme a esa deliciosa ciudad...jo, cómo echo de menos la playa (ahora que lo pienso)...