
Cómo cambian las cosas en la niebla,
Los voraces no son más que pobres seguros de si mismos
Los sádicos son colmos de ironía
Los soberbios son proas de algún coraje ajeno
Los humildes, en cambio, no se ven.
Los voraces no son más que pobres seguros de si mismos
Los sádicos son colmos de ironía
Los soberbios son proas de algún coraje ajeno
Los humildes, en cambio, no se ven.
(Mario Benedetti)