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jueves, 15 de noviembre de 2007

Sta. Enimie

Enimie era una hermosa joven, hermana del rey Dagobert, y su belleza atraía a numerosos cortesanos que la pretendían. Pero ella quería dedicar su vida a Dios, así que le rezó pidiendo un medio de apartar de sí a los cortesanos. Dios satisfizo su petición, de tal forma que la joven se levantó un día afectada de la lepra. ¡La sabiduría y bondad de Dios son infinitas!

Abandonada por todos Enimie deseó la cura de su piel y le fue enviado un ángel que le ordenó ir a Gévaudan; al fondo del valle encontraría una fuente (le burle), donde debía bañarse. Así lo hizo y después del baño el milagro se produjo y su piel quedó curada.

Salió de nuevo hacia su palacio pero cada vez que alcanzaba le Causse, la enfermedad brotaba de nuevo, y tenía que volver a bañarse, por lo que Enimie entendió que su futuro estaba allí; despidió a sus soldados y fundó un monasterio, dedicando su vida a cuidar de la población, a la que libró de un dragón que traía locos a los vecinos, y que, en agradecimiento, pusieron su nombre al pueblo.

Todavía hoy existe la fuente de Le Burle, y tiene fama de curar las enfermedades de la piel.




El pueblo es uno de los más emblemáticos de las Gorges du Tarn, y para muchos uno de los más bellos de Francia. Recorrer sus callejuelas estrechas y pasearse por las orillas del Tarn, atravesando el hermoso puente curvado que une las dos orillas, es algo que tardaremos en olvidar.

jueves, 8 de noviembre de 2007

Las gargantas del Tarn

Esta región francesa, situada al norte de Montpelier, está formada por grandes masas de roca calcárea excavadas por impresionantes y profundos desfiladeros donde lo mismo se contemplan tranquilas balsas de agua como torrentes de aguas bravas entre rocas. Su belleza no se puede describir con palabras. El serpenteante cañón ofrece una sucesión de enclaves singulares, panorámicas inolvidables y pintorescos pueblos que parecen sacados directamente de la edad media.

Se puede recorrer en coche, caminando e incluso descender en pequeñas barcas, medio utilizado por sus habitantes durante siglos, como única forma de transporte para comunicarse con el exterior.

Desde España, el inicio de la excursión podría hacerse desde la ciudad de Millau, remontando desde allí el curso del río Tarn hasta llegar a la localidad de Le Rozier.
Aproximadamente a mitad de recorrido, en la población de Les Vignes, merece la pena desviarse por las empinadas carreteras que ascienden hasta el mirador de Point Sublime, desde el que se puede ver la más completa panorámica de las gargantas del Tarn: el Cirque des Baumes y el estrecho de Les Détroits.


Vista parcial de la garganta (Pougnadoires) desde el mirador del Point sublime.

El pueblo de la Bourgarie.

El pueblo de La Malene, de donde parten los bateliers (barqueros) que recorren el río.

Saint-Chely du Tarn