Situada en la confluencia
del paseo de Pamplona, paseo de María Agustín, calle Hernán Cortés
y avda César Augusto, era una de las doce puertas de entrada a
Zaragoza; fue construida por el Arquitecto Agustín Sanz en 1789, y se inauguró en 1792.
Tiene importancia
histórica por haber sido uno de los puntos de resistencia aragonesa
frente a las tropas de Napoleón en la Guerra de Independencia.
Todavía son visibles en su estructura las huellas de los
proyectiles.
1 comentario:
Resulta imponente la presencia de esta reliquia en medio de la modernidad de su entorno. Creo que es uno de los monumentos mas emblemáticos de la ciudad.
Un abrazo.
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