jueves, 16 de septiembre de 2010

Aranjuez

Unos días de descanso siempre vienen fenomenal en cualquier circunstancia, pero si además se pasan disfrutando de lugares poco conocidos, descubriendo sus gentes, su cultura, su gastronomía... el placer no se puede describir, ¡se siente!.
En mi anterior entrada dejé apuntado, entre líneas, que dirigía mis pasos a recorrer alguno de los parajes que mejor reflejan el carácter de la Mancha: la ruta del quijote. Un itinerario salpicado de imágenes del personaje que le presta el nombre.


Antes de llegar al comienzo de la ruta, parada obligada para descansar y comer y que mejor lugar que Aranjuez, municipio de la comunidad de Madrid, atravesado por los ríos Tajo y Jarama y uno de los reales sitios de la monarquía española desde que así lo nombrara Felipe II en 1560.


Es famoso por su palacio real y sus jardines, y por haber servido de inspiración a Joaquín Rodrigo para su famoso concierto, así  como por el motín de Aranjuez, que tuvo lugar en 1808 y terminó con la abdicación de Carlos IV a favor de su hijo Fernando VII.


Unos jardines plagados de fuentes con bellas esculturas y un denso arbolado que, afortunadamente, nos libró de una insolación.



4 comentarios:

Cris dijo...

Aranjuez... un lugar precioso para pasear tranquilamente y perderse en sus jardines.
Un saludo
Cristina

MªTeresa Gómez Puertas dijo...

Buen reportaje...como nos tienes acostumbrados.

Anónimo dijo...

Que bien ya de vuelta, se os echo mucho de menos.

Despistado dijo...

Estoy de acuerdo contigo cris, solo me faltó oque funcionasen las fuentes...
Gracias a todos por pasar y comentar.