No conozco Japón pero tengo la impresión de que han sabido equilibrar la modernidad con sus tradiciones, en especial en lo que respecta a la espiritualidad, tal y como parece en ese parque. Un abrazo.
Tu impresión es muy acertada Anaximandro y Tokio es el paradigma de ese equilibrio. A pesar de ser una metrópoli que alberga más de 35 millones de habitantes, se mantiene perfectamente ordenada gracias a su sistema público de transportes, utilizado por gran parte la población debido a su eficiencia. Quizá por eso se puede pasear con relativa tranquilidad por la ciudad y disfrutar de sus parques, jardines y elementos religiosos, muy abundantes en toda la ciudad. Si a ello sumamos el mantenimiento de sus tradiciones culturales, basadas en el civismo y la educación, vivir aquí puede convertirse en un auténtico placer.
No conozco Japón pero tengo la impresión de que han sabido equilibrar la modernidad con sus tradiciones, en especial en lo que respecta a la espiritualidad, tal y como parece en ese parque.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tu impresión es muy acertada Anaximandro y Tokio es el paradigma de ese equilibrio. A pesar de ser una metrópoli que alberga más de 35 millones de habitantes, se mantiene perfectamente ordenada gracias a su sistema público de transportes, utilizado por gran parte la población debido a su eficiencia.
ResponderEliminarQuizá por eso se puede pasear con relativa tranquilidad por la ciudad y disfrutar de sus parques, jardines y elementos religiosos, muy abundantes en toda la ciudad. Si a ello sumamos el mantenimiento de sus tradiciones culturales, basadas en el civismo y la educación, vivir aquí puede convertirse en un auténtico placer.