El
mar. La mar.
El
mar. ¡Sólo la mar!
¿Por
qué me trajiste, padre,
a
la ciudad?
¿Por
qué me desenterraste
del
mar?
En
sueños la marejada
me
tira del corazón;
se
lo quisiera llevar.
Padre,
¿por qué me trajiste
acá?
Gimiendo por ver el mar,
un
marinerito en tierra
iza
al aire este lamento:
¡Ay
mi blusa marinera;
siempre
me la inflaba el viento
al
divisar la escollera!
(Rafael
Alberti)
Buena composición. Me gusta la repetición de las columnas.
ResponderEliminarun abrazo
Gracias Hilde.
ResponderEliminarUn abrazo
En grande se aprecias mejor las magníficas texturas y el buen trabajo en el equilibrio de la luz. La perspectiva es buenísima. ¡Un fotón!
ResponderEliminarAbrazo.
Me gusta la diagonal formada por las columnas que le aportan profundidad a la imagen.
ResponderEliminarUna lástima que la primera columna haya tapado la cúspide de la colina del fondo, un saludo.
La rampa de bajada al lugar de la toma estaba muy resbaladiza y me costó bastante bajar, pero mereció la pena.
ResponderEliminarGracias por el comentario anaximandro.
Tienes razón en lo de la columna, seva. Pero no siempre podemos tenerlo todo.
ResponderEliminarGracias por pasar y dejar el comentario.