martes, 22 de enero de 2008

El santo vinatero

Hoy es el día de San Vicente, y revisando un libro de costumbres he descubierto algo que desconocía; cuenta la leyenda que este santo era vinatero y que con una pizca de vino malo, agrio e ingrato, por obra de su gracia divina, hacía tantos pellejos de vino como quería, y de tantas variedades como deseara, desde el vinagre al vino dulce, la mistela y la malvasía.

Iba por los campos, y para convertir herejes e incrédulos tomaba la calabaza que llevaban los campesinos para remojar la comida y hacia salir una bota y así, con buen vino, combatía la herejía y convertía a la gente.

Fue creencia general que si en el día de hoy se rezaba a San Vicente el vino no haría mal por más que se bebiese; había quien practicaba esta devoción preservativa todos los viernes.

Ahora me explico porque aguanto tan poco la bebida; no me encomiendo a la protección del santo.

5 comentarios:

  1. Anónimo10:13 a. m.

    Pues que maravilla¡el santito Vicente...La pena es que no tubiera ese poder con las personas,y asi ya no existiera:la maldad,la ingratitud;la acritud,y otras tantas que se me ocurren.Un beso de mistela

    ResponderEliminar
  2. Muy bien desarrollado, habrá que encomendarse a San Vicente y veremos que pasa. Un saludo.

    ResponderEliminar
  3. Anónimo8:13 a. m.

    Habrá que encomendarse algo más a este santo XD

    ResponderEliminar
  4. anda la osaaa!!, oye que curioso esto, yo no sabía. Carajo hilando fino, ahora resulta que a la iglesia tambien se le puede culpar del alcoholismo?, ajaja...es broma obvio, ajaja... Me gustó esta historia.

    un beso...Qettah

    ResponderEliminar
  5. .

    Yo tengo intolerancia al alcohol, en serio... no creo que rezando a un sato mejore la cosa :)

    ResponderEliminar