viernes, 12 de octubre de 2012

Conociendo el mar Báltico

A la hora de organizar un viaje podemos planearlo a nuestro gusto y estilo o bien dejarlo en manos de los agentes de viajes. Habitualmente en los viajes me gusta ir a mi aire, pero en esta ocasión dadas las características del recorrido lo dejamos en manos de una agencia.

 La opción de la agencia tiene sus ventajas: todo está organizado y no tienes que preocuparte de casi nada, pero tienen el inconveniente de que tenemos que adaptarnos a dicha organización. Y cuando se trata de un crucero, los horarios de salidas y fechas son muy estrictas, de modo que pensar en hacer una escapada por nuestra cuenta resulta bastante complicado.
 Aquí estamos en Copenhague, puerto de salida del crucero. Me hubiese gustado pasear un poco la ciudad y ofreceros una foto de la sirenita, pero no pudo ser, de modo que sólo os muestro alguna vista de la salida de puerto.
  El práctico dirigiendo la maniobra de una salida de puerto bastante complicada.
 Vista desde la terraza de mi habitación, magníficas ambas.
Rumbo a Estocolmo.
En un barco encuentra uno de todo; ha sido mi primera experiencia y me ha sorprendido la variedad de  espacios y actividades capaces de satisfacer los gustos de la mayoría de pasajeros. En esta sala podíamos disfrutar de música en vivo de forma permanente, saboreando una copa o un café, bien relajados.

4 comentarios:

Anaximandro dijo...

Por tus magníficas fotos deduzco un crucero muy satisfactorio. Comprendo lo que dices sobre las ventajas e inconvenientes de un viaje organizado. Creo que todo depende del tipo de viaje.
Un abrazo.

MªTeresa Gómez Puertas dijo...

Tus imágenes me provocan una envidia sana...lo organizado esa muy bien,pero yo me decanto más por hacer las cosas por mi cuenta....

Despistado dijo...

La verdad es que el crucero no me va demasiado, anaximandro, pero recorrer las ciudades del Báltico en coche resultada un poco complicado. Cómo experiencia no estuvo mal.

Despistado dijo...

Yo también prefiero organizar los viajes a mi aire mª Teresa pero viene bien de vez en cuando probar otras cosas.