viernes, 20 de agosto de 2010

El Albaicín

Granada debe su fama a la Alhambra, pero no es lo más antiguo de la ciudad, que nació en la otra orilla del río Darro, en la colina que llamamos Albaicín, frente al palacio de la Alhambra. Después de ser fortaleza de los Íberos y los romanos, el linaje de los Ziris la eligió como el centro de su taifa allá por el siglo XI. Más tarde fueron desplazados por los almorávides que, a su vez, lo fueron por los almohades.


Cuando los Nazaríes tuvieron que abandonar su base en el norte de Andalucía, después de haber perdido Baeza a principios del siglo XIII, se apoderaron de Granada y construyeron una nueva fortaleza en la orilla opuesta del río. La vieja fortaleza desapareció lentamente, dejando sólo unas puertas en forma de herradura de caballo y restos de muros, que vemos hoy entre las estrechas callejuelas del Albaicín.


Este enorme barrio de la ciudad es un laberinto de plazas escondidas, mezquitas transformadas en iglesias y puertas y aljibes de la época musulmana. La iglesia de San Miguel el bajo, en la plaza del mismo nombre, tiene, en su muro lateral, un aljibe moro, ya que antes de la conquista era una mezquita. Sus dos columnas de mármol blanco son romanas.


Una de las posibilidades de acceso al barrio es a través de la puerta de Elvira, una de las más importantes de las muchas que tenía la ciudad. Subiendo por la cuesta de la Alhacaba y siguiendo la línea de murallas de la alcazaba Cadima se llega hasta la plaza Larga, donde se encuentra el arco de las Pesas y se entra ya en un recorrido laberíntico en el que no está de más perderse, aunque sin olvidar algunos puntos de interés. El arco de las pesas es el de la primera fotografía y debe su nombre a que en él colgaban las pesas de los comerciantes que las manipulaban para engañar en el peso.



Pasear por estas calles es una grata y recomendable actividad durante la estancia en Granada.




Desde la plaza de San Nicolás, cuyo mirador no debemos dejar de visitar, se abarca la más bella panorámica de la Alhambra con Sierra Nevada al fondo.
Al barrio se puede subir en autobús, pero recomiendo encarecidamente subir caminando si se quiere saborear el barrio.


No me importaría vivir en el jardín de este carmen. ¡Qué vistas!


El paseo por la orilla derecha del río Darro, desde Plaza Nueva al Paseo de los Tristes es de los más románticos de España, con sus restos de un puente y de un baño moro, sus dos puentes de piedra, sus dos conventos y una iglesia. Tiene, además, varios palacios y todo a la sombra de las poderosas torres de la Alhambra...

4 comentarios:

Manuel Arribas dijo...

Granda, tengo grades recuerdos de esta ciudad.
Buen reportaje.
Saludos

Cris dijo...

He guardado tus indicaciones por si algún día tengo la oportunidad de visitar esa "maravilla".
Un saludo
Cristina

MªTeresa Gómez Puertas dijo...

Un buen reportaje de la ciudad que vio nacer a mi madre,mi segundo apellido es muy granaino....tengo ganas de volver también a hacerme un archivo en digital,todo lo tengo en analógico.

Juan Antonio Torrón Castro dijo...

Preciosas fotos de unos sitios bonitos.

Saludos.