domingo, 1 de junio de 2008

En la costa del sol

Primer viaje en el tren de alta velocidad; primer viaje en solitario desde hace muchos años; primera visita reposada a Málaga, ciudad de sol, pescaito frito, Picasso y largas playas de oscuras arenas; primeros pasos en el conocimiento de nuevas personas, de nuevas amistades. Una mezcla sorprendente y deliciosa. Una región para vivir, con mayúsculas.


Nuestros pensamientos y acciones se hallan condicionados, en gran medida, a los sentimientos dominantes en un momento determinado. Nuestra forma de pensar y actuar cuando estamos alegres o enamorados, por ejemplo, es totalmente diferente a nuestro comportamiento cuando estamos enfadados, furiosos o abatidos. Yo me encuentro ahora mismo en una posición neutral, como un observador que viera las cosas desde fuera, sin influencias que condicionen mis acciones, intentando disfrutar de todo lo que me rodea.

En la mecánica de las emociones, cada sentimiento tiene un repertorio característico de reacciones en gran medida condicionada por nuestros recuerdos. Gran parte de nuestra respuesta mental ante una situación emocional consiste en reorganizar nuestros recuerdos y nuestras alternativas de acción; por ello, nuestros mejores recuerdos están almacenados en los niveles jerárquicamente más elevados, de tal forma que se actualizan rápidamente y el acceso a los mismos se realiza con prontitud.

Las fotografías fueron tomadas desde la ventanilla del tren.

2 comentarios:

Khezal dijo...

Que envidia ir a Málaga. Espero ir algún día a esa ciudad, que todos los años voy a Sevilla y supongo que podré convencer a alguno de mis primos para ir a esa otra ciudad.

Despistado dijo...

Málaga es una estupenda ciudad para vivir Epi; no tiene las maravillas de Servilla pero es una ciudad entrañable, tranquila, con preciosos paseos marítimos par disfrutar de buenos paseos; zonas de tapeo y relax para disfrutar con buena compañía. Como Logroño pero un poco más grande. Y un clima muy agradable.