miércoles, 5 de marzo de 2008

Elogio de la lentitud


En la sociedad actual parece que siempre tengamos que estar corriendo, aunque no exista conciencia clara de por qué tanta prisa. Vamos de un sitio a otro sin saber que nos espera en el lugar a donde queremos llegar. En estas condiciones es imposible contemplar relajadamente la vida y disfrutar de lo que nos rodea.

Recomiendo una lectura tranquila y reposada del libro elogio de la lentitud de Carl Honoré

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Completamente de acuerdo;creo que deberíamos tener un rincón secreto en el que refugiarnos de vez en cuando a ver pasar el tiempo, sin más.Ya que sacas la foto de un perro debo decir que es una obligación muy relajada lo de pasearlos.
Un beso.

Despistado dijo...

No es un perro sino dos vísceras; el mayor intentando apabullar, pero no lo consiguió; el cachorrillo era libre.
Un beso

Kt. dijo...

.

Cuando iba tarde a un sitio, me pasaba mirando el reloj cada cinco minutos o menos... ahora ya no uso reloj, ahora entendí que la distancia es la misma, que los minutos transcurren en el mismo intervalo y que en nada cambiará las cosas si me angustio. Vaya tarde o vaya con tiempo, me relajo y disfruto el camino....

En otras cosas aún estoy mal, así que tendré que leer ese libro que sugieres.

Besos Despistado :) Un abrazo

Anónimo dijo...

Hace mucho que aprendi que la prisa, solo nos da problemas,asi que si alguna vez tengo prisa, es por que lo que la ha provocado realmente merecia la pena...Lo triste es, que para la mayoria de las personas ir tranquilo es "perder el tiempo".

*Visteme despacio que tengo prisa"

Un beso.