domingo, 23 de marzo de 2008

Cambios de rumbo


El destino final de esta vida todos lo conocemos y eso es algo que no podemos cambiar, pero mientras recorremos el camino es frecuente que tengamos que variar el rumbo buscando nuevos senderos que sirvan mejor a nuestros intereses del momento, tanto personales como familiares. Y esto ocurre tanto en lo laboral como en lo personal. No siempre es fácil dar el golpe de timón preciso para encontrar el camino adecuado.

En el libro educar con inteligencia emocional, de MJ Elias y otros, se exponen unas preguntas que pueden contribuir a que afloren los principios rectores de la inteligencia emocional. Son las siguientes:

¿Qué siento en esta determinada situación? ¿Qué sienten los que me rodean?

¿Cómo interpreto lo que está pasando? ¿Cómo lo interpretan los que me rodean?

¿Cual es la mejor manera de hacer frente a esto? ¿Cual es mi modo habitual de hacerlo?

¿Qué puedo hacer para reducir la tensión y pensar con claridad?

¿Cuáles son mis puntos fuertes y como pueden servirme de ayuda? ¿Qué puntos fuertes de los que me rodean pueden ser de ayuda en esta situación?

¿Cómo he resuelto antes situaciones como esta?

¿Tuve éxito?

¿Qué aprendí al respecto?

¿Qué puedo cambiar ahora?

¿Qué objetivos debo plantearme a corto y largo plazo?

Siendo realista, ¿qué es preciso que suceda para facilitarme alcanzar esos objetivos?

¿Cuándo será el momento idóneo para hacer que el plan funcione?

¿Como voy a llevarlo a cabo?

¿Es preciso hacerlo?

¿Cómo debo abordar a los demás?

¿Estoy preparado para hacerlo?

¿Cuento con las aptitudes necesarias?

¿Qué otras formas pueden existir para resolver este problema?

Si mi plan se topa con imprevistos, ¿Qué haré?

¿Qué obstáculos puedo prever?



Más ranillas en la avenida. Si lo deseas puedes ver y escuchar a U2. Where The Streets Have No Name .

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Despistado,
aquí te dejo un testimonio personal medio "programa de ana Rosa" medio consultorio psicológico:
Si yo hiciese un ejercicio de 2introspección" tal y como lo has redactado, sopesando tantas cosas, me pondría extremadamente nerviosa y probablemente me rallaría tanto que no pensaría con claridad.
¿Cómo hay que hacer para tomar decisiones con tranquilidad y sin ansiarse?
Odio los nerviosss *caballo de batalla por domesticar*
Besines :S

Despistado dijo...

jajaja. No es necesario hacerse todas las preguntas al mismo tiempo anama. Hay que caminar pasito a pasito...los golpes de timón no siempre han de darse de sopetón, solo en caso de tormenta y entonces no hay mucho tiempo para analizar, pero la experiencia previa sirve para no errar demasiado en esos casos.
Un beso

Kt. dijo...

.

Pues si, con tu nuevo post reitero lo que ya me respondiste en tu anterior entrada... estamos por la misma onda... Yo ahora mismo me estoy leyendo "los límites del amor" y he descubierto que he estado señales erradas y que es preciso modificarlas, como bien lo dices, mientras no llegue el destino final, hay vivir con lo que se tiene y variar lo que no nos hace bien.
Curiosamente, parte de esas preguntas me las he plateado en el plano laboral y me han dado buenos resultados las respuestas... en lo personal soy un completo desastre... de momento, he necesitado radicalmente eliminar las cosas nocivas, me he obligado a eso, me ha dolido, pero ya voy viendo algo de claridad.

Me encanta leerte.... y que sepas que estaba oyendo U2 mientras te comentaba :))

Un beso grande.

Kt. dijo...

.

Por cierto, tus ranitas me recordaron mi estanque.... lo desenpolvé, lo mudé y le hice un cariñito... cuando quieras te das un paseo por él..

Khezal dijo...

Algunas de esas preguntas me las he planteado durante mis estudios, pero mis respuestas no me convencieron mucho. Quizás tenga que volver a responderlas.

jose carlos dijo...

Buenas preguntas. Feliz semana.

Despistado dijo...

Me ha gustado el pequeño paseo por tu estanque Kt.
Un beso

Se trata de preguntas que uno puede hacerse en cualquier momento o situación Epi y si uno es sincero consigo mismo, siempre ayudan a tomar decisiones más adecuadas para intentar resolver la situación conflictiva en que uno se encuentre.

También para tí jose carlos, y ¡buenos guisos!.